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Contenido útil de verdad, no texto de relleno
Google quiere que el contenido sea claro y directo, respondiendo a lo que el usuario realmente busca. Ya no importa tanto cuánto tiempo pasa alguien en tu sitio web, sino si encontró lo que necesitaba o si tuvo que regresar al buscador para seguir buscando. Si esto último sucede, es una señal de alerta.
Consejo: Tómate un momento para revisar tus artículos. ¿Están realmente diseñados para ayudar al lector o solo para mejorar tu posicionamiento? ¿Respondes a la pregunta principal en los primeros párrafos, o te llenas de introducciones innecesarias?
La sobreoptimización es más castigo que ayuda
Sobreoptimizar significa llevar el SEO a un nivel extremo, lo que puede hacer que el texto suene forzado o repetitivo. Un ejemplo de esto sería:
“El SEO es clave para las empresas. Por eso, ofrecemos servicios de SEO. Nuestro SEO es el mejor en SEO, porque sabemos mucho sobre SEO.”
Este tipo de redacción no solo resulta incómoda de leer, sino que también puede ser penalizada por Google, ya que no ofrece una buena experiencia al usuario.
Consejo: Escribe de manera natural. Utiliza sinónimos, frases que fluyan bien y organiza tu contenido de forma efectiva. Google ya comprende mucho más que solo palabras clave.
Hoy en día, es cada vez más habitual crear contenido utilizando herramientas de inteligencia artificial. El verdadero problema surge cuando se publica sin una revisión adecuada, sin contexto, sin una buena estructura y sin ofrecer un valor real. Muchos blogs están saturados de textos genéricos que realmente no aportan nada nuevo.
Consejo: Si estás utilizando inteligencia artificial, piénsalo como un asistente en lugar de un redactor final. Tómate el tiempo para revisar el contenido, editarlo y añadir tu propia experiencia, datos reales o ejemplos concretos.
Google está haciendo algunos cambios que impactan cómo se percibe la autoridad de los sitios web. Esto significa que, aunque antes tu sitio estuviera bien posicionado, si no ha evolucionado, podría comenzar a descender en los rankings. Además, se toma en cuenta si tu sitio tiene un enfoque claro o si mezcla temas que no tienen relación, lo que podría afectar su relevancia.
Consejo: Opta por una línea editorial consistente. Fortalece tu EEAT (experiencia, pericia, autoridad y confiabilidad). Y evita publicar contenido fuera de contexto solo para atraer tráfico.
Google está más atento que nunca a cómo las personas interactúan con tu sitio. Si alguien entra y se va rápidamente, eso es una mala señal. Y si utilizas trucos como plugins que evitan que regresen al buscador, es aún peor. Cualquier cosa que complique la navegación juega en tu contra.
Consejo: Mejora la experiencia de navegación. Organiza tu contenido de manera clara, facilita la lectura y evita esas prácticas molestas que pueden incomodar al usuario.
Primero que nada, ¡no entres en pánico! Esta actualización tomará alrededor de dos semanas para completarse, y ya hay sitios que están notando cambios en su tráfico. Lo más inteligente que puedes hacer es echar un vistazo a tu contenido actual, mejorar lo que ya tienes y dejar de enfocarte únicamente en Google. Curiosamente, pensar en las personas que te leen es la mejor estrategia para mejorar tu posicionamiento.
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